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El saludo de María tiene un efecto maravilloso en Isabel, que siente cómo el niño salta en su seno al acercarse a la Madre de su Señor. Los saltos de un niño en el seno materno eran signos de buen augurio.
Esta dato se puede relacionar con los saltos que daba el Rey David en el traslado del Arca de la Alianza de la casa de Obedón a Jresualem. María aparece, por tanto, como la portadora de la Nueva Arca de la Alianza.
31 de Mayo: Visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel. Lc 1,39-56
Autor: Diego de Siloé, entre 1522 y 1526.
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