"En la noche obscura del alma,
aparta la razón.
No mires lo que falta sino lo que hay.
No pidas sino da.
Abandónate.
Que al desplegarse la noche
hagas repaso fecundo del día y de la vida.
Que la oración te conforte y te alimente.
Que tu fe sea impulsada y espoleada
por la brisa del Espíritu en la historia.
Que en lo cotidiano alcances
ámbitos de silencio que sean
aliento, estímulo, tiempo y espacio.
Que te ayuden a abrigar la llama."
(Gerardo Díaz Quirós.)